Los cigarrillos eran la moneda normal, aunque el trueque nunca desapareció por completo.
La opinión pública se mostraba hostil ante los beneficios monopolistas y a los intermediarios.
En los campos permanentes de Alemania se dio el más alto nivel de organización comercial.
Se vendían tanto productos como servicios.
El crédito formaba parte de muchas transacciones.
Los cigarrillos se vieron sujetos a la Ley de Gresham: algunas marcas eran más populares que otras, por lo que solo los de peor calidad eran usados como moneda.
Los cigarrillos hechos a máquina eran mejor aceptados que los hechos a mano.
La economía se veía constantemente sometida a deflaciones y escasez.
Los cigarrillos llegaban una vez por semana.
Hasta que cuando las personas tenían reservas de cigarrillos, la entrega semanal dejó de destabilizar tanto.
Hubo un Restaurante por un tiempo.
La Tienda era como banco y gobierno.
Surgió un intento de fijar precios.
Las ventas no autorizadas eran desestimuladas por la autoridad y por la opinión pública.
Cuando habían deflaciones, los precios fijos no podían ajustarse rápidamente, y surgía un mercado negro.
El cuerpo de opinión influenciaba bastante.
La organización económica funcionó hasta que en enero de 1945 desaparecieron los cigarrillos de la Cruz Roja y en febrero desaparecieron los paquetes de alimentos.